
De pronto se me ocurre que puedo llevarte conmigo
cualquiera de estos días
lejos de lo que conocemos
y de los que nos conocen
Calculo que en una maleta
podemos llevar mis libros y tus tambores
mis lágrimas y tus silencios
mis bebidas nicotizadas y tu aguardiente frío
mis vitaminas y tus olvidos
mis dulces junto a tus antojos
También mis jeans favoritos y tus camisetas
mis malgenios y tus preocupaciones
mis caprichos y tus aciertos
nuestros miedos, por separado
tus chistes malos y mis historias inconclusas
tu alma triste y mi nostalgia constante
Por último, podemos llevar
algunas de tus ambiciones
y mis ganas de escribir palabras en hojas de papel
tu alegría con la mía
tus besos y mis labios
tus manos y mi cuerpo
Pero debo antes preguntarte
si tienes tu pasaporte al día
si ya perdiste el miedo a las alturas
y a estar conmigo más de dos días seguidos.